Una Ministra Voluntaria de Scientology comparte sus experiencias de la unidad de cuidados intensivos de Haití

Elena

Elena, una Ministra Voluntaria de Scientology que acaba de volver a los EE.UU. desde Haití, comparte sus experiencias de trabajar en el turno de noche en la unidad de cuidados intensivos en el Hospital General.

“Hubo una señora mayor que era tan delgada que se le podían contar los huesos. Lo más probable es que antes del terremoto tampoco las cosas le iban bien, y aunque no sufría ninguna enfermedad médica, el médico decidió mantenerla en el hospital porque temía que muriese si le dejaba salir. Ella estaba en la cama, con los ojos cerrados, sin comer o responder a nada. La sostuve en mis brazos y le di de comer, trozo por trozo, esperando que esto causara una diferencia.

“Cuando volví al día siguiente, la primera cosa que vi fue la señora, incorporada en la cama, con los ojos bien abiertos. Le sonreí y ella me sonrió de vuelta. Encontrándose bien hacia su recuperación.

“Una noche, mientras esperábamos el autobús que nos llevaría del hospital a nuestro campamento, dos hombres se acercaron con una moto balanceando a un niño inconsciente que llevaban entre ellos. Pusieron al niño a nuestros pies diciendo “ayúdenlo en lo que sea” y se marcharon. Parecía tener unos diez años. Apenas respiraba. Corrimos para buscar la ayuda de un médico, que le puso un gotero. Estaba sosteniendo al niño cuando de repente abrió sus ojos y me brindó una gran sonrisa, estaba muy vivaz. Otro enfermo que se recuperó”.