Los Ministros Voluntarios de Scientology prometen ayudar a construir un mejor futuro para Haití
coincidiendo con la fiesta nacional, el Día de la Bandera

Ministros Voluntarios de Scientology de Haití y otras naciones marchan desde el suburbio Carrefour de Puerto Príncipe a la ciudad de Léogane en la celebración del Día de la Bandera, una fiesta nacional que conmemora la independencia de Haití de la opresión francesa y la esclavitud en 1803.
La fiesta nacional de Haití, el Día de la Bandera que se celebra el 18 de mayo, cobró un nuevo significado este año cuando tanto haitianos como sus amigos alrededor del mundo reafirmaron su compromiso de reconstruir el país después del terremoto que golpeo el país en enero de 2010.

Con este espíritu, 100 ministros voluntarios de Scientology haitianos se unieron a docenas de ministros voluntarios de otros países el día 18 de mayo e hicieron una marcha de una hora desde el barrio Carrefour de Puerto Príncipe hasta la ciudad de Léogane. Ondearon la bandera haitiana con su lema “unidad y libertad” y llevaron carteles de color amarillo proclamando “Se Puede Hacer Algo al Respecto”, el lema los Ministros Voluntarios de Scientology.

En el pueblo de Mariani en las afueras de Léogane ministros voluntarios de Scientology de Canadá, Rusia, Ucrania, México, Hungría, Suecia, Suiza, Dinamarca y los EE.UU. se unieron con sus compañeros de Haití para cantar el himno nacional del país mientras que Max Beauvoir, el líder principal de vudú en Haití, izó la bandera haitiana en la tienda de los ministros voluntarios, donde prestan formación gratuita y ayuda a nivel particular.

El Día de La Bandera de Haití conmemora el día en 1803 cuando los líderes nativos rasgaron el color blanco de la bandera  “tricolor” de Francia, creando así un símbolo de unidad en su lucha durante diez años contra la opresión francesa que mantenía a 500.000 personas en esclavitud. Ocho meses más tarde llegó a ser la bandera oficial de la nueva nación de Haití.

No obstante la pasión y determinación del pueblo haitiano, haciendo de Haití la única nación que nació con éxito después de una revuelta de esclavos, Haití ha sido la nación más pobre del hemisferio occidental, incluso antes del terremoto. Unos 300.000 niños quedaron huérfanos o viviendo sin sus padres. De las 182 naciones del mundo, Haití ocupa el lugar 125 en cuanto alfabetización y el puesto 158 en producto interior bruto per cápita.

Estos factores y un montón de otros problemas sociales indican que no sólo fue la naturaleza lo que devastó a Haití en enero.  Los ministros voluntarios de Scientology tratan estos asuntos durante su formación.  

Por ejemplo, no hay ningún código oficial de construcción en Haití y la ciudad de Puerto Príncipe estaba destinada a derrumbarse. Anne Kiremidjian, catedrático de ingeniería civil y del medio-ambiente de la Universidad de Stanford, lo describió así: “Incluso un suceso moderado habría derrumbado estos edificios”. Este terremoto fue un suceso enorme y los edificios no tenían ninguna posibilidad de quedar en pie”.

Mientras que los Ministros Voluntarios de Scientology siguen en sus obras de ayuda y construcción en los hospitales, clínicas, orfanatos y campos de refugio, también tienen un programa de largo alcance para tratar los problemas sociales subyacentes que llevaron a Haití al borde de la destrucción y asegurar que el país salga de este desastre fortalecido con una sociedad fuerte donde la gente tenga las oportunidades que merece.

Los Ministros Voluntarios de Scientology han abierto 280 grupos de Ministros Voluntarios en Haití y están formando a agencias gubernamentales, líderes religiosos y civiles, educadores y scouts. Con tantas personas traumatizadas en Haití la formación empieza a menudo con seminarios sobre “Soluciones para un entorno peligroso”, o “Ayudas para enfermedades y lesiones”, ambos utilizando la tecnología desarrollada por el Fundador de Scientology, L. Ronald Hubbard, para ayudar a los individuos a superar los efectos traumáticos de tales desastres. A continuación suelen haber talleres sobre los principios básicos de organización, planificación y sobre destrezas de comunicación. Así se puede asegurar que el pueblo de Haití tenga las herramientas que necesita para reconstruir sus vidas y su patria.

Durante el desarrollo del programa por los Ministros Voluntarios de Scientology en 1976, L. Ronald Hubbard escribió, “Es importante comprender que las malas condiciones no ocurren por casualidad. La decadencia cultural que vemos a nuestro alrededor no es fortuita. Fue causada. A menos que uno comprenda esto, no será capaz de defenderse o de hacer que su influencia llegue a la sociedad con eficacia”. Para aprender sobre los cursos y seminarios visite el sitio web de los Ministros Voluntarios de Scientology:www.volunteerministers.org/train.